lunes, 5 de enero de 2015

El Hombre Light: un libro de Enrique Rojas

En este libro el Dr. Enrique Rojas plantea la semblanza de la vida moderna. El hombre como eje rector y protagonista de este mundo.

Y, nos deja ver como los hombres y las mujeres de esta época se rigen por valores que se encuentran fuera de sí mismos. La experiencia del vacío como una manera de dar fe sobre su insatisfacción interna y el encuentro con su propia identidad.

Y, muestra la cultura de lo light como un fenómeno que domina la naturaleza humana y su existencia. Así como nuestra sociedad está inundada por estos productos prometedores,  bajos en grasa,  bajos en harinas, bajos en cafeína. Lo light  se ha extendido a todos los ámbitos del quehacer humano. Por tanto, el hombre de esta era, también puede calificarse, según el autor como: El Hombre Light.

El Perfil Psicológico del Hombre Light, a decir de Enrique Rojas:

1.- El valor el materialismo: es decir, un hombre es valeroso por su capacidad para amasar una buena fortuna. Su reconocimiento social se plantea, en el hecho, de tener mucho dinero.

2.- El Hedonismo: un hombre que se centra en la gratificación inmediata. Pasarla bien y ser feliz es el código de esta nueva era. Por tanto, el vacío y la búsqueda de sentido se convierten en su experiencia principal.

3.- La permisividad: todo es relativo, es posible todo, no importan los valores y principios que rigen el comportamiento y la vida humana. Lo que puedo interpretar que la permisividad lleva a la falta de voluntad en los ideales, metas y comportamientos.

4.- Revolución sin finalidad y sin programa: La subjetividad de la vida domina las acciones. Por tanto, el hombre carece de una guía y dirección interna congruente.

5.- Relativismo: una ética que es posible cambiar y varias dependiendo del espejo en el que se mire.

6.- Consumismo: y, yo agregaría: consumismo a ultranza. A mayor posibilidades de consumo mayor libertad en la vida. Una ecuación que no responde a la naturaleza humana como tal.

Esto ha dado como  consecuencia una serie de situaciones dentro de la vida social, como son:
-          Crisis en la familia.
-          Rupturas en las parejas.
-          Falta de permanencia en la fidelidad.
-          El drama de las drogas en todos los niveles.
-          Drogas cada vez más sofisticadas y complejas.
-          Problemas de marginación desgarradores.
-          Paros laborales.

Y, cada uno de estos problemas se ven  y se observan como algo con lo que vivimos, pero de lo que no es posible hacer nada. Vivir junto con ellos.  Todo este conjunto de situaciones socioculturales, ha ido formando un tipo de hombre, no cualquier hombre sino el HOMBRE LIGHT.

Este Hombre Light cuenta con determinadas características:
-          Pensamiento débil.
-          Convicciones sin firmeza, pobres.
-          Asepsia en sus compromisos, es decir, falla en sus propias responsabilidades consigo mismo y con los demás.
-          Una gran indiferencia.
-          Su ideología es el pragmatismo. No esfuerzos. Lo práctico es lo de hoy.
-          La moda como una industria que lo rige hasta el cansancio.
-          La conciencia adormecida sin más.
-          La moralidad es neutra, justo porque todo es relativo.
Y, así el autor va delineando todos y cada uno de los puntos en los que se refiere.

Lo que más llama mi atención de este primer capítulo es el acento en que el  hombre light está carente de humanidad, de compasión y de experiencia interna en la vida.
Atados a un gran cúmulo de información, de estadísticas que rigen sus acciones pero no su valor personal. Se encuentran envueltos en la vorágine del consumismo, la relatividad de la vida con un gran vacío en su interior.

Es indudable que este tipo de escritores ponen acento sobre nuestro entorno.
Sólo a través de la conciencia del sí mismo es posible generar un cambio en nosotros mismos y en los demás, es indudable que no podemos seguir construyendo la vida desde afuera. Nos guste o no, tenemos que empezar por nosotros mismos.

Así podemos decir, como bien, apunto en alguno de mis artículos que vivir ligerito es lo de hoy.
En mi experiencia como terapeuta he podido observar estos fenómenos. Y, me queda claro, que el trabajo terapéutico de los profesionales, apunta hacia la toma de conciencia de los individuos y a tomar responsabilidad sobre su vida.

La terapia para fortalecer la autoestima es siempre una gran posibilidad de acercamiento a ti mismo. Y, así, enfrentar la valoración en referencia a la gran Dependencia Emocional  que este tipo de padecimientos muestra.




Ana E Giorgana
www.cecreto.com