domingo, 15 de marzo de 2015

El amor líquido de Bauman Zygmunt

Ana E. Giorgana
Marzo/2015Resultado de imagen para liquido amor

El amor líquido es una reflexión sobre las diversas formas de relación amorosa que se llevan dentro de la sociedad moderna. Para Bauman, el amor líquido, se inserta dentro de lo que él ha denominado, la modernidad líquida, que define como:

 Una sociedad que se define por su estado fluido y volátil de la actual sociedad cuyos valores no son demasiado sólidos. La incertidumbre es el centro de una rapidez vertiginosa de cambios que van debilitando, cada vez más, los vínculos humanos. Los lazos entre los individuos se van convirtiendo cada vez más, en uniones provisionales y frágiles. Y, yo agregaría: vínculos endebles, sin compromisos reales y desechables.

Unos vínculos que se encuentran enlazados de manera dudosa, basados en la desconfianza, en lo relativo, en lo mediático, y que al mismo tiempo, se viven como una necesidad y el centro de la propia existencia. 

La ambivalencia domina el cuadro de dichas relaciones, el amor líquido se escurre por todos lados de la existencia de los hombres y mujeres en las sociedades líquidas. A mi parecer, y de acuerdo a mi experiencia en la psicoterapia: un deseo intenso de fusión y unas ganas ardientes de libertad.  Así la individualidad va tomando su forma, su tamaño y el amor se acomoda según la forma y la manera del recipiente del individuo.

La psicoterapia, según el autor, que llama Counselling como una forma utilizada en gran medida en las modernas sociedades líquidas, las personas buscan una respuesta para "relaciones de bolsillo". En realidad, uno de los grandes dramas que se vive dentro de esta experiencia es el sufrimiento intenso de no poder establecer una relación profunda, pero de hecho, las personas, carecen, en su mayoría, de elementos claros y visibles para sostener una relación a largo plazo con todo lo que implica.

El amo líquido se encuentra dentro de los fangos de la inseguridad, el acecho de la infidelidad, el amor en el centro, pero un amor líquido se diluye, se encierra, se escurre por todos los lados posibles en la psicología de las personas.

Ahora, recuerdo, al escribir este texto una frase de un poema de Pablo Neruda:

"Que nada nos una para que nada nos separe". 

Me parece, que esta frase resume de una manera puntual esta forma de amar. Te necesito, te amo, te quiero, pero no puedo unirme a ti, el miedo de la separación de la fusión es tan doloroso mejor mantener nuestra distancia.

El amor líquido se centra en las relaciones de red, en las relaciones virtuales en las que conectarse y desconectarse es una elección del momento, una elección de la modernidad, En la vida de los individuos así parecen ser sus compromisos: laxos, poco duraderos y con compromisos endebles. 

Sin embargo, frente a este amor líquido, la experiencia humana se muestra desgarradora, las crisis, las adicciones, el amor lleno de miedo, dependencias emocionales y una gran cantidad de sintomatología se presente frente a estos individuos en dónde nada es para siempre, por el contrario, todo es mediático, pronto, rápido y sin durabilidad.  Un forma de amar sin condiciones pero llena de expectativas. Rojas en su libro el Hombre Light también habla sobre estas formas de vínculos amorosos que lejos de complementar el sentido de vida lo transforman en algo ligero y sin sentido.

En mi artículo: Vivir Ligerito es lo de Hoy, hablo sobre estas formas y maneras en las que las sociedades y los amores se escurren por entre los dedos, sin darnos cuenta que somos activos partícipes de esta manera de vivir. Ligeritos en los compromisos, en las críticas, en el análisis personal y del entorno, en las relaciones con otros, en fin, en nuestras formas de comportarnos, sintiendo que los demás no comprenden nuestra tragedia amorosa.

Ante este amor líquido, ante la fragilidad de los vínculos humanos, ante la forma de estar dentro de esos amores sin sentido, sin permanencia surgen y saltan las inseguridades y los miedos más humanos pero sin conciencia:

El temor al abandono, al rechazo, al desamor, a la búsqueda implacable de un amor romántico que nos complete para toda la vida como una fantasía de rescate para sentirnos plenos y rebosantes de energía. Eso sí, sin perder la propia individualidad en el intento. ¿Será posible?

Ante este tipo de relaciones líquidas vemos como el establecimiento del amor cargado de una ambivalencia malsana se convierte en diferentes tipos de amor:

Amores obsesivos, amores de bolsillo, amores adictivos, amores infernales, amores infieles, amores codependientes, y, desde ahí, buscamos la satisfacción más profunda de la fusión para después sufrir en la separación.   Estos amores han sido analizados en mi libro: Me enamoré de un Imbécil: Y, ahora qué hago!.   La voz de una gran cantidad de hombres y mujeres que depositan todo su amor en una persona, y luego, cuando no le cumplen, lo desvalorizan al grado de humillarlo para acallar el peso de su dependencia emocional.

En cierto sentido, el amor tiene sus riesgos dentro de una relación a largo plazo y duradera, nadie puede vivir pensando y esperando que el amor es el único aceite que vigoriza una relación de pareja, pero esa es la apuesta. Por tanto, en mi libro: Cómo Recuperar la Confianza en el amor: heridas y cicatrices en la relación de pareja, hablo sobre cómo enfrentar lo irremediable, y volver a sí mismo, desde una perspectiva más humana.

Así las cosas, sin embargo, cada uno tendrá que reflexionar sobre su forma de insertarse dentro de una modernidad líquida porque en cierta forma, quiénes estamos dentro de estas profesiones de ayuda, observamos, la tragedia humana y las consecuencias irremediables de la liquidez del amor en carne propia de la existencia de hombres y mujeres que sufren, viven y se desgarran el alma frente a esta realidad de la modernidad.

el amor romántico
el amor narcisista.
el amor asociado al sufrimiento

A mi, puedes encontrarme en www.cecreto.com