martes, 26 de febrero de 2013

El tiempo se va como agua...

Ana Giorgana


El tiempo se va como agua, solo unos cuantos meses y ya estamos terminando Febrero del 2013. Es verdad el tiempo es una medida que si bien es específica, también es cierto que tiene un concepto individual.
Cuando estamos aburridos el tiempo se va despacio, vemos el reloj y pareciera que los minutos no avanzan, apenas sí han pasado dos o tres segundos y volvemos a mirar el reloj.

Pero cuando estamos contentos, entretenidos, divertidos o bien ocupados en algo que es de nuestro interés, el tiempo se va de volada como si no tuviéramos ningún control sobre ello."Se acabó la fiesta, la charla con los amigos, no he terminado y el plazo para entregar el proyecto se está acercando...." No digamos cuando tenemos una larga lista de cosas por hacer, no alcanza el tiempo, es una queja popular.
La realidad es que el número de horas es igual para todos. Todos contamos con los mismos minutos y segundos en el día, en la semana, los meses y los años. Es una condición más bien plantear:
¿Qué hacer con ese tiempo, que todos tenemos por igual?
El tiempo tiene que ver con una percepción individual como lo mencioné anteriormente. Algunas personas desperdician la mayor parte del tiempo, y cuando se dan cuenta, están muy apuradas teniendo que terminar lo que les corresponde. Son el tipo de personas que todo lo dejan para después, postergan todas y cada una de sus actividades, aunque al final, las realizan llenas de estrés, de flojera o de presión y para ellas, sí que el tiempo no alcanza para nada.
Otras personas tienen muy buena gestión de sus tiempos, planean sus actividades, dan a cada momento el tiempo que les corresponde. Y generalmente, viven con menos estrés porque son capaces de asignarle a cada actividad un tiempo razonable para cubrirlo.

La proactividad es una de las formas de emplear mejor el tiempo. Es decir, volverse activo participante de aquellas metas, objetivos, planes y logros que necesitamos realizar. Emplear el tiempo en nada nos llevará a nada.
Ser proactivo significa resolver lo que se requiere en el momento en que se requiere y fijarse en una sola cosa a la vez, muchas personas que se encuentran embotadas con el tiempo, o faltos de minutos y segundos se debe a su incapacidad de planear. Nadie puede hacer dos o tres cosas al mismo tiempo. Es importante centrarnos en la actividad que nos corresponde en el momento presente y ejecutarla lo mejor posible.
Cuando estamos sujetos a realizar diferentes actividades al mismo tiempo siempre existen retrasos, olvidos o cosas que se tienen que ir al “ahí se va”.
Si bien el ser humano puede estar pendiente de varias cosas, no quiere decir que se pueda concentrar en todo al mismo tiempo. Para utilizar el tiempo de una manera más eficiente se necesita concentración, objetivo y acción.
Pero sí la mayoría del tiempo se va en cosas menores como estar pendiente de todos los correos que llegan, algunos de ellos, totalmente intrascendentes. Chatear mientras realizamos nuestro trabajo, además de que vemos cuántos tw, nos llegan y las distracciones de los compañeros de trabajo, estamos desperdiciando un tiempo precioso en pequeños consumidores del tiempo que nos quitan efectividad, concentración y enfoque.
El mejor empleo del manejo del tiempo se realiza a través de establecer objetivos en pequeños bloques y no pasar al siguiente hasta que el primero no haya concluido o no lo hayamos terminado. De lo contrario, tenemos una larga lista de actividades que cubrir, que dejamos a medias y nos queda un mal sabor de boca. Una gran insatisfacción de darnos cuenta de nuestra incapacidad para concluir y llevar nuestros objetivos hasta el final.
Por ello es muy importante tomar conciencia en aquellos aspectos o actividades que son consumidoras de un tiempo precioso que si lo sumamos, quizá ya hubiéramos terminado desde el medio día todas nuestras actividades importantes.
Otro punto importante es la jerarquía. Primero lo primero. Empezar el día con lo más importante. Hacer una lista de todo lo que tenemos que hacer y siempre ponderar qué es aquello más importante. Así las actividades menos importantes irán al último. Y no importa tanto, si en efecto, tenemos que posponerlas para el otro día como prioridad.
Y sí, efectivamente el tiempo pasa rápido tanto para no hacer nada como para dedicarnos a darle un sentido productivo, divertido, de convivencia o de desperdicio, el tiempo es sólo una forma de transitar la vida y la existencia.
Si lo piensa bien, estamos en la recta final de este año 2011 y sería muy bueno hacer un alto en el camino y replantear si aquellos objetivos que nos propusimos al inicio del mismo se han cumplido, sino tal vez eran buenos deseos.
Septiembre es un buen mes para hacer un balance, redoblar esfuerzos para replantear los objetivos y metas que aún no se han cubierto o hemos olvidado. ¡Ah! Y es muy importante ponerlos por escrito, la memoria es corta y una gran cantidad de estímulos consumen y fraccionan la atención.
Pero si desea estar más cerca de sus logros varios son los elementos que se requieren:
Objetivos.
Enfoque.
Gestión del tiempo.
Acción.
Disciplina.
La psicología del éxito ha puesto acento en estos elementos como una forma de sentirse satisfecho con los logros y perseverar hasta cumplirlos.
Pero sobre todo claridad y un proyecto de vida que incluya todos los aspectos de la vida de la persona. Si no sabemos qué queremos y qué es lo que deseamos lograr, seguramente nuestra vida irá a la deriva cubriendo lo que sea, cómo sea y la hora que sea.
Al final del día sólo nosotros sabemos si hemos hecho algo bueno con nuestro tiempo o si lo hemos dejado a merced de las circunstancias.
Entonces: ¿quién controla a quién?
El tiempo es, ahí está, pero quién determina que hace con él es cada uno de nosotros en lo particular. Y usted: ¿qué hace con el suyo?
Un proyecto de vida es importante, escríbeme, sí te interesa realizar un proyecto de vida personal.
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