sábado, 13 de agosto de 2011

La anorexia emocional...

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Ana Giorgana
Calidad de vida emocional
Es por todos sabido que la anorexia es un trastorno de alimentación, en el que la comida queda restringida al máximo y, por supuesto, las dietas, las dificultades para sentarse a la mesa y compartir son un martirio.
Es decir, las personas con anorexia han perdido el sabor de la vida, por decirlo de alguna manera, sin embargo, sus relaciones se vuelven también tensas porque las personas que tienen este padecimiento tienen una dinámica propia en su manera de comportarse.
Sus vidas están centradas en el peso, en la imagen, en la dieta, en la comida, mejor dicho, en dejar de comer y sus actitudes muestran una fuerte necesidad de control, tienden a la perfección, en general son muy exigentes y no toleran la frustración sobre todo cuando alguien más les habla sobre su formas de comer.

Son personas con una gran fuerza de voluntad, se proponen no comer y en cierta forma lo logran, hacen ejercicio en exceso, algunas personas utilizan purgantes o diuréticos para mantener su peso y no verse involucradas en subir un gramo o dos.
Los ayunos son prolongados y mitigan el dolor del hambre con otro tipo de acciones, sus hábitos en lo que se refiere a la alimentación, se encuentran en relación directa en el manejo de sus emociones.
Restringen la expresión de las mismas, se tornan insensibles, no disfrutan de los momentos porque están demasiado entretenidas en observar su propia imagen, las relaciones padres e hijos se vuelven tensas y conflictivas; las de pareja también van perdiendo su sabor. No cuentan con apetito para comer y también niegan o simplemente no tienen aprecio alguno por la sexualidad, rechazan todo aquello que tenga que ver con el gusto, con recibir y nutrirse tanto de la vida como de las relaciones.
En este sentido las personas que padecen anorexia también tienen un trastorno en sus emociones, pero también existen personas que sin ser anoréxicas, fisiológicamente hablando, padecen de anorexia emocional.
En la anorexia emocional, la negativa es a recibir afecto, cariño, amor, regalos, una buena charla, por el contrario, son personas que se aíslan en sus sentimientos y en su manera de corresponder. Tienen miedo a comprometerse a disfrutar, a sentirse gratificados con una pareja; por el contrario, sólo exigen o bien, simplemente se cruzan de brazos y se cierran a que se les nutra emocionalmente.
Las personas anoréxicas emocionales tampoco están dispuestas a dar mucho en sus relaciones.
En la anorexia emocional, como yo le llamo, una de las grandes dificultades es aceptar.
las personas con este transtorno se tornan críticas, los logros de los demás siempre los desdeñan, son muy negativas y en general están centradas en la crítica, en lo que falta, en lo que no está bien, en lo que podría ser mejor o en tratar de hacer sentir mal al otro. Por supuesto que esto habla de una gran insatisfacción de sí mismas, no pueden nutrirse ni nutrir a los demás con afecto; por el contrario, lo atropellan.
Las personas anoréxicas están llenas de temores a comer y a engordar mientras que las anoréxicas emocionales se presentan con otros miedos en la vida: temor a ser lastimadas, temor a ser abandonadas, temor a ser criticadas; la vida les consume de miedo, aun cuando tienen ganas de sentir amor, su miedo los paraliza.
¿Qué puede llevar a una persona a volverse anoréxica emocional?
A parte del miedo, tal vez, sufrió una gran violencia en la infancia o fuertes situaciones traumáticas que no le permitieron sentir que merece afecto, alegría, gozar. Imitan tal vez a alguno de los padres que jamás les dijo "te quiero", ni pudo expresar su afecto. Tal vez, padecieron de niños algún trastorno en la escuela, en el físico y algún compañero o maestro los marcó, los hermanos también podrían ser un elemento importante para revisar.
En cierto sentido, algunas veces las personas con anorexia emocional se encuentran dispuestas a recibir el amor, el afecto, los detalles, las atenciones, para después experimentar fuertes sentimientos de culpa que lo llevan a destruir todo lo que han recibido y lo que más aman en la vida. Es necesario volver a la dieta y a la destrucción de los afectos.
La vida emocional se encuentra tan empobrecida, una autoestima deteriorada y un autoconcepto en déficit.
La posibilidad de sentirse vinculado con otros se encuentra en tal deterioro, que son capaces de utilizar mecanismos de violencia y agresión para derrocar a quién más amor les dan. Nunca nada es suficiente para ellos, jamás se atreven a sentirse conmovidos, agradecidos y disfrutar por el solo hecho de estar vivos. Se aíslan permanentemente.
Toda persona que se encuentra con un trastorno de anorexia emocional, siempre resta, jamás suma; resta afectos, resta abrazos, resta emociones, resta pensamientos, resta buen humor, resta placer. No sabe cómo recibir y dar. La pasión y el entusiasmo por vivir se encuentra ausente.
La nutrición y el alimento tanto en lo físico como en lo emocional son un ingrediente fundamental tanto para subsistir con vida como para ser fuertes psicológicamente. Tener vigor. Saberse digno de amor y de compañía. El rechazo a esta clase nutricia tiene que ver con experiencias muy tempranas de la vida y por ello con más razón requieren de una atenta escucha que les permita sacar de las profundidades de su ser sus heridas, sus temores, sus dependencias, pero sobre todo, su incapacidad de recibir.
El solo estar a dieta no ayuda en ninguno de los dos aspectos de la anorexia. Igualmente entran en juego las experiencias, las emociones, los pensamientos, la biografía personal, la historia de relaciones, las carencias; pero, sobre todo, es necesario rescatar lo valioso de su propia vida y de aquellos elementos con los que si cuentan para que puedan vivir una existencia más adaptable y con menos rigor en sus alegrías.
Generalmente son personas que en el fondo experimentan un gran dolor y una fuerte depresión y necesitan la ayuda de los especialistas.
Gracias una vez más por leerme. Mi misión es la calidad de vida emocional y su impacto en lo social.