sábado, 17 de diciembre de 2011

Cerrar las experiencias del ayer...

Cerrar experiencias del ayer es una necesidad de todos los seres humanos. Cuando nos detenemos en un ayer perdido para siempre el costo es un alto sufrimiento y una vida llena de dolor y sin brillo. Los momentos del ayer son aquellos que hoy nos constituyen como personas y requerimos seguir caminando siempre hacia adelante.

Centrarse en lo que estuvo, en lo que fue y hoy ya no está es no poder tomar el momento presente en nuestro día a día y en lo cotidiano de la existencia. Pero aferrarse a una condición pasada implica no poder dar entrada a nuevas experiencias, a nuevas personas, a lugares distintos que esperan ser vividos por nosotros mismos.
Cerrar un ciclo que puede ser amoroso o no, se hace en el silencio, en la distancia, en la reflexión. Si con los sentimientos a flor de piel y con el desgarre que deja el vacío de haber terminado con ese gran amor, con ese trabajo, con ese hijo, en aquél sitio donde vivimos. 

Pero el alma grita: Tenemos que seguir!

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tengo una profunda tristeza...

Periodismo de calidad...
Ana Giorgana
Las personas que amo van y vienen!
Siempre estuvieron conmigo en mis momentos de gran alegría, también en aquellos instantes que no fueron tan agradables.
A medida que la vida va pasando...
La valoración tiene otros matices.
Las pérdidas están al acecho siempre se encuentran presentes.
Y cuando Yo siento una profunda tristeza por lo que se fue, por lo que se está alejando de mi vida sean condiciones de vida, personas y tiempos mejore o peores, yo siento una gran tristeza.
Quiero gritar.
Quiero decirle a ese otro cuanto lo quise.
Pero no me atrevo mi orgullo personal es más grande.
Cómo enfrentar los duelos y las pérdidas un camino hacia la libertad emocional es un material que te ayuda a transitar los duelos, las pérdidas y todo aquello que tiene que ver con una situación dolorosa como el dejar ir...
si te interesa puedes ver esta dirección
Gracias por estar aquí...
Soy ana giorgana.
Y me dedico a la calidad de vida emocional
mi sitio es:
www.cecreto.com

sábado, 26 de noviembre de 2011

Cerrando ciclos y etapas en la vida


Cierra ciclos, dale vuelta a la página son términos que 

circulan por la red. No solo se trata de cerrar sino de 

aprender.


Resultado de imagen para cerrar ciclos


Cerrar ciclos y dejar experiencias que ya son obsoletas en 

la vida de las personas es una necesidad y dejar entrar 

otras circunstancias en la vida requiere valor.

Cerrar ciclos y etapas en la vida se refiere a procesos no 

solo a acciones. El crecimiento y el cambio es una 

constante en la vida. No es posible detener la evolución:

Nada es para siempre y estático en nuestra circunstancia. 

Todos los días son diferentes. Nos sentimos distintos porque 

cambiamos porque estamos vivos y en constante 

movimiento.

Cerrar ciclos y etapas en la vida es salir de un punto de 

vista y llegar al encuentro de experiencias nuevas.


Los cierres de ciclos se vuelven dolorosos y al mismo 

tiempo liberadores. 

Todo cierre y todo cambio no siempre es solo soltar, 

también está en relación directa con las pérdidas:
·       
           Pérdida de la salud.
·         Pérdida de un ser querido o ruptura de una relación.
·         Un cambio de domicilio, de trabajo, una mudanza de territorio.
·         La jubilación.
·         El cambio de una etapa a otra en la vida: de la juventud a la adultez.
·         El crecimiento de los hijos.  
T    
T  Todas estas circunstancias que llevan un tiempo para 

    digerir el cambio y la aceptación de la nueva 

    circunstancia. 

   Por tanto, es necesario transitar un proceso de duelo

   través del cual se van cancelando y clausurando situaciones 
  
   que no volverán a presentarse en la vida.


Cerrar ciclos y etapas en la vida requiere un gran 

compromiso interno de no quedarse en el ayer, la única 

realidad posible es la que está ocurriendo en el momento 

presente, en el ahora.


El único instante es el que está en el presente. El poder 

está en el AHORA.

El pasado es una experiencia, un aprendizaje, un recuerdo, 

pero solo existe dentro de nosotros mismos. El pasado se 

ha ido para siempre y no volverá. Vendrán cosas diferentes, 

tal vez, parecidas, pero no iguales.


Estar atorados en el ayer es un gasto de energía que lleva 

al sufrimiento y al dolor, al anhelo y al suspiro, a la 

nostalgia, se entra en contacto con la pérdida, con lo que 

ya no está: una pareja, un hijo, un matrimonio, la salud, la 

familia, la infancia, etcétera.


No se trata de olvidar, no se trata de cancelar para siempre 

sino de aprender. El pasado nos constituye y es importante 

para crecer. La historia es necesario conocerla para 

reconocer las fortalezas y aquello que sí aún existe y 

permite una mejor calidad de vida emocional.


Todos dejamos algunas veces procesos abiertos en este 

paso por la tierra: esa palabra que no dijimos, ese amor 

que no nos atrevimos a revelar, ese detalle que dejamos 

para después, esos compromisos quebrantados que no 

cumplimos, esas heridas de quiénes amamos, esos amigos 

que no volveremos a ver y que no nos atrevemos a volver a 

encontrar. No todas las experiencias se cierran en su 

totalidad.


En fin, también existen circunstancias en lo cotidiano que 

no acabamos por animarnos a terminar, no concluimos 

trabajos, ni terminamos lo que nos habíamos prometido, ni 

hicimos esa llamada que tanto dijimos que haríamos. 


Postergamos hasta condiciones que son importantes para 

nosotros como es, por ejemplo:

·         Titularse y hacer nuestro examen profesional.

·         Concluir una carrera.

·         Retomar un proyecto que es importante.

·         Pedir esas disculpas que no nos dejan vivir.

·         Arreglar los papeles que no encontramos.

·         Cumplir las promesas de amor, de trabajo.

·         Iniciar la dieta y hacer ejercicio.

·         Sanar conflictos y problemas emocionales.


La postergación es una manera de dejar abiertas 

experiencias, soluciones, acciones, omisiones. Revisa tu 

vida, hábitos y acciones. Postergamos y postergamos 

dejamos para después, nuestros anhelados proyectos de 

vida.

La vida es una experiencia individual y solo nosotros somos 

responsables de vivir en plenitud nuestra existencia, de lo 

contrario la vida se torna gris y sin sentido.


Cerrando ciclos en la vida: Un camino hacia la libertad 

emocional, hablo sobre estos procesos que requerimos 

enfrentar en el día a día:


“Cerrar ciclos en la vida es iniciar un proceso de 

recuperación personal. Dejar atrás lo ya vivido y transitar 

los espacios y los caminos del día de hoy”.


Si decides permanecer atado al ayer, tal vez, sobrevivas en 

una experiencia gris y desalentadora.


No es posible mirar hacia atrás y continuar hacia adelante, 

seguramente tropezaremos, enfermaremos y chocaremos 

con todas las paredes del presente.


"La Libertad emocional es la única que nos da certeza en el 

presente”


La vida se añeja sin presente y desde ahí no es posible 

construir el futuro.

Los duelos, las pérdidas y los ciclos es necesario 

transitarlos y recorrer eso caminos para poder continuar 

con un sentido de vida.


Algunas personas lo logran poco a poco depende de lo 

significativo de la experiencia, otras necesitan ayuda y una 

escucha atenta y profesional, es el momento de tomar 

algunas acciones para lograrlo.


Cerrar ciclos también es una manera de entrar en contacto 

con nuestros sentimientos más íntimos. El problema nunca 

son los sentimientos, somos seres emocionales y siempre 

estamos en contacto con nuestras emociones, pero 

preferimos acallarlas o anestesiarlas para “no sentir” y, sin 

embargo, sentimos.


El proceso de duelo nos obliga no a sentirlos sino a 

afrontarlos: miedo, ira, culpa, parálisis, depresión, 

tristeza,desilusión, enojo y una serie de heridas que se 

mezclan en estas experiencias, y no existe otro momento 

más que el ahora.


Nuestra vida no termina con esa relación que concluyó, con 

ese trabajo que ya no es, con esos hijos que ya crecieron. 

Por el contrario, la vida tenemos que capitalizarla y eso 

solo es posible lograrlo haciendo un balance realista de 

nuestras experiencias:

-       Qué aprendimos?

-       En qué nos fortalecimos?

Y entender que, gracias a ello, ahora somos personas 

diferentes y con más experiencia.


La vida solo puede ser vivida en plenitud cuando 

comprendemos que los ciclos y los cierres requieren una 

gran valentía y orgullo personal.


Cerrar ciclos en la vida: un caminos hacia la libertad emocional.



 Ana Giorgana 




Especialista en Terapia de Pareja 

Y Prevención Familiar y Social





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sábado, 19 de noviembre de 2011

La Revolución Mexicana...

Periodismo de calidad...
Ana Giorgana

A ciento un año de la conmemoración de la Revolución de 1910 nos encontramos con un México por demás convulsionado por las guerras, matanzas y un atropello a los derechos ciudadanos. Nadie se escapa estamos expuestos todos en una condición vulnerable en nuestras sociedades, las casas, las situaciones de seguridad.

En aquel entonces en la lucha Revolucionaria había un sentido de la guerra y de la lucha orientada hacia mejores alternativas de vida social, es más, para construir una sociedad lejos del autoritarismo, de la inequidad y del abuso de las condiciones del poder frente al pueblo.

Los diez años de revueltas se dirigían a realizar una profunda transformación en el sistema político y social de los mexicanos frente a la dictadura de Porfirio Díaz. Sin embargo, dadas las situaciones de aquél entonces y como la historia bien lo documenta existieron grupos diversos en el país con sus cotos de poder y su causa que abanderaban. Francisco I. Madero no logró aglutinar a las fuerzas nacionales, y por ello, las revueltas en todo el país no se dejaron esperar.

Diversos actores tomaron lugar en esos momentos como Venustiano Carranza quién promulga la Constitución de 1917, en el que fue un gran adelante para constituir la  propuesta de un estado que respondiera a las necesidades sociales y que interviniera como un eje rector nacional.

Los grupos sociales que llevaron a cruentas y largas luchas se centraba en el sector menos favorecido de la población y entre los nombres más conocidos de esta causa escuchamos a Emiliano Zapata y Francisco Villa quiénes organizaban a su gente para obtener y ser reconocidos en la nación y tener un lugar dentro de la sociedad. Durante el Porfiriato la riqueza y la prosperidad económica estaba centralizada para algunos cuantos.

Sin embargo, dentro de mi perspectiva las diversas luchas vividas en el país se orientaban a constituir un Estado de Derecho que permitiera a todos los ciudadanos y grupos sociales contar con posibilidades en todos los sentidos en tanto que ciudadanos.

Las luchas por el poder también tuvieron sus alcances, historias de traiciones y alianzas que en este papel se dice de manera rápida y fácil pero que fueron cruentas y una gran cantidad de muertes costó esta Revolución Mexicana. 

En fin es hasta el gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas cuando finalmente se llega a un pacto social que ha tenido grandes repercusiones en el país. Paz, tranquilidad, una economía estable, instituciones que respondían a las necesidades de la sociedad y por supuesto la fuerza del Estado para combatir y generar las condiciones de bienestar y seguridad para la sociedad.




A tanto años de este acontecimiento que hemos hechos los mexicanos del hoy para continuar con esas formas y maneras de seguridad para nuestros hijos. Qué ha pasado con nosotros los mexicanos que a lo largo del tiempo hemos permitido que nuestros gobiernos no respondan como es hoy, a las garantías mínimas que debe otorgar el Estado?

Hablo específicamente de la seguridad, del tránsito, de movernos y de ser libres y soberanos para actuar dentro del territorio nacional como verdaderos ciudadanos. Por el contrario, ahora, vemos que no es posible transitar por algunas carreteras porque los asaltos, la vejación, los secuestros y las fallas en la seguridad se encuentran por todos lados.

Tampoco en algunos estados es posible mantener los negocios a flote porque existen grupos criminales que extorsionan a quienes trabajan que son las clases económicamente activas, que dan fuentes de trabajo. Estos grupos están mostrando su poder mediante el crimen, el miedo y el terror.

Así también al salir a la calle o dejar las propiedades se convierte en un riesgo. Qué hemos hecho con este país a ciento un años de la Revolución Mexicana?

Podríamos decir que todo es una responsabilidad del gobierno, que las clases políticos han desvirtuado el poder del Estado y su origen y función y ¿qué hemos permitido nosotros como mexicanos para que esto suceda?

De alguna manera todos estamos involucrados porque a todos y cada uno de nosotros nos atañe. Vivimos en este país. Lo sufrimos, lo gozamos, lo construimos en el día a día quienes estamos comprometidos con nuestro trabajo, la educación, la sociedad, la salud. Aquellos que nos levantamos muy temprano para seguir forjando el bienestar familiar y social.

La realización de una sociedad viable se centra en el primer principio: seguridad en las calles, en lo privado, en el trabajo, en las escuelas, en el transporte, en la salud. En fin muchos son los rubros que abarca esta condición. En segundo lugar contar con oportunidades para todos en todos los sentidos de bienestar.

Ahora vivimos en un México con una gran cantidad de desigualdades como en aquél entonces del México Revolucionario con la única diferencia que en este momento grupos y guerrillas se disputan sus cotos de poder. La ciudadanía en medio y con miedo. Con un gran sentimiento de indefensión y siendo vulnerables en cualquier aspecto de su actuar.

Y sin embargo ante este panorama vienen a hora los periodos de elecciones. Los partidos políticos están en su activismo total. Los actores políticos se mueven por todos lados para contar con más posiciones, enfrentar a sus adversarios y observamos una serie de incongruencias e inconsistencias en la mayoría de los líderes que intentan participar en las contiendas.

Las guerras mediáticas, los medios de comunicación se ofrecen como una justificación de todas las artimañas de los políticos que están en la palestra de tener visibilidad. Ofrecer sus propuestas. Prometer una vez más y salvar a México de las condiciones actuales.

Como ciudadano me siento profundamente preocupada por lo anteriormente expuesto a ciento un años y no hemos podido resolver un verdadero Estado de Derecho y de igualdad.

También comprendo que los problemas a enfrentar son complejos y cuentan con diversas aristas a resolver. Necesitamos líderes, estadistas que comprendan que requerimos de un Proyecto de Nación y no de esquemas a corto plazo que solo resuelven situaciones en el hoy pero no con una gran perspectiva de futuro y para ello, todos tenemos que participar.

Una vez más observamos cómo los grandes se vuelven más grandes más ricos y más poderosos frente al abuso del poder y de las posiciones que juegan dentro de la política nacional.

Ante la conmemoración de esta cruenta lucha preguntémonos?

-      Tierra y Libertad
-      El Estado de Derecho.
-      Las Instituciones.
-      La igualdad.
-      Oportunidades para todos.


No basta tan solo con conmemorar y tener días de asueto sino reflexionar de manera seria y pensante qué ha pasado con nuestra Nación y hacia dónde nos dirigimos.

Seguir en estas condiciones es no conocer y reconocer la historia de México.

Yo si quiero un México más equitativo y más seguro.

Así que tenemos que participar…

sábado, 12 de noviembre de 2011

El individuo...

Inicio
Calidad de vida emocional
Ana Giorgana
Cada individuo tiene la necesidad de resolver y dar solución a su circunstancia de vida, aun cuando todos vivimos inmersos en una sociedad con una serie de condiciones que tenemos que afrontar en este sentido, somos seres individuales y esta sola circunstancia plantea una serie de variantes y problemáticas existenciales que tienen que ver con la vida propia.
Si bien al insertarnos desde muy pequeños en la vida social en donde la familia es el primer plano para que las habilidades se vayan desarrollando, somos seres que necesitamos de los otros, en cuanto nuestra interacción con ellos nos conforma, nos construye y al mismo tiempo va dando forma a nuestra manera de ser, de modelar nuestra personalidad y de concebir el mundo.
Mediante este proceso vamos conformando una serie de creencias acerca del mundo y de nosotros mismos, esa es una gran distinción que nos hace diferentes frente a los ojos de los demás; es decir, somos individuales pero moldeados por el medio ambiente en el que nos ha tocado nacer, vivir y crecer.
Las creencias dan sentido y congruencia a la existencia. Los que han vivido con una formación religiosa continúan con esa línea durante sus vidas cuando han decidido no cuestionar el dogma y viven de manera congruente con su fe religiosa; algunos otros desafían esa formación religiosa y teológica en sus vidas y por el contrario se vuelven ateos y no creen en ninguna deidad.
En este orden de ideas pareciera que todo en la vida de los seres humanos es cuestión de creencias que no sólo tienen que ver con lo antes mencionado sino con todo aquello que pensamos, observamos, vemos, creemos, somos receptivos o bien bloqueamos en nuestro universo de vida.
¿Entonces somos tan individuales como creemos ser? En una parte muy pequeña sí ya que aun cuando las interpretaciones y creencias del mundo nos las enseñan otros, nuestros padres, hermanos, abuelos, nosotros poseemos sólo una manera de significarlo e interpretarlo de acuerdo a quienes somos.
Estas creencias son muy importantes porque van conformando la identidad, el Yo, la personalidad, el ánimo nacionalista y forman nuestra cosmovisión; por otro lado la educación en estas creencias puede llegar a ser muy perjudicial para algunos individuos. La realidad es que nadie se salva de todas esta serie de construcciones imaginarias que se encuentran dentro de la percepción que tenemos de nosotros mismos.
La vida de algunos individuos se encuentra con una gran cantidad de problemas que no les permiten ser, desarrollarse, tener éxito, mostrarse más amables y vivir una vida llena de plenitud y éxito.
Aun cuando la vida es una experiencia individual y estas creencias se insertan de una manera muy inconsciente y operan con fuerza desde ese lugar tan amplio en su implicación en la vida de todos nosotros. No nos detenemos a pensar y darnos cuenta por qué hacemos lo que hacemos, para qué lo hacemos y cuál es la finalidad de lo que hacemos. Vamos por la vida con un montón de dictados que nos han dado desde niños que ya no nos funcionan, sino por el contrario, nos limitan en la vida, pero sentimos que no tenemos poder al respecto.
Las personas que aseveran: así soy, no puedo cambiar, no es posible así nací, no puedo, están sujetas a una serie de circunstancias internas que no se atreven a desafiar y a dejar ir.
Estos individuos que están llenos de cualidades, de potencialidades, de un gran encanto viven sus vidas en una angustiosa desesperación porque se sienten menos, su autoestima se encuentra en déficit, no se valoran como individuos y además tampoco son capaces de reflexionar sobre sí mismos, en sus circunstancias y condiciones de vida.
Hoy en día una gran cantidad de personas viven distanciadas de sí mismas en el afuera más que en el adentro, no están dispuestas a mirar sus limitaciones mentales y los términos de sus fracasos por no querer o poder afrontar un cambio en su vida y su existencia y entonces toleran situaciones miserables afectivamente hablando en lo referente a ellos mismos y su entorno.
No es tarea fácil reconocer quién uno es, sobre todo cuando nos damos cuenta que el poder está en nosotros mismos, sin embargo este proceso es posible y por ello hoy existen miles de cursos de éxito, talleres de autoestima, clases para mejorar las relaciones con los demás, con uno mismo y con su entorno.
Pero necesitamos asumir la responsabilidad de lograrlo, si es que deseamos, darle un giro a nuestra condición. La vida humana y su psicología es muy compleja y requerimos empezar por un conocimiento de nosotros mismos. Vamos por el mundo creyendo que son las circunstancias y los hechos los que definen nuestras vidas, pero en realidad son las elecciones positivas o negativas que nosotros tomamos respecto de esos eventos que ocurren y que se encuentran en nuestra existencia.
Otros tienen la fortuna de poder hacerlo todo con una mayor facilidad, son afortunados, la vida les sonríe, pero la mismo tiempo, tienen problemas y conflictos, sólo que su postura frente a sí mismos es de seguridad, estima propia y orgullo personal. Cuentan con la certeza de resolver su problemáticas, se vuelven proactivos y en cada momento confirman su habilidad para dar solución a su circunstancia individual.
El problema es que vamos por el mundo esperando que venga un alguien que nos apoye, que nos ayude, que nos salve o mejor no nos movemos para solucionar nuestra vida, nuestra identidad, nuestros valores, en qué creemos, en qué pensamos, qué sentimos, qué deseamos y cómo queremos vivir nuestra individualidad.
Nos damos por vencidos antes de la lucha. La peor de las batallas es luchar contra el conformismo, la decidia y acostumbrarnos a la mediocridad como un estilo de vida del cual no podemos hacer nada.
Ese es realmente el problema que cambiar implica un esfuerzo importante y elevarnos sobre nuestros propios límites mediocres.
La vida sin embargo sólo puede ser vivida en lo individual nadie puede hacerlo por nosotros, no es transferible y tampoco canjeable.
De nosotros depende en qué decidimos creer, qué necesitamos cambiar y cómo deseamos vivir nuestra propia existencia. Si usted no se encuentra viviendo la vida que desea y no logra verse a sí mismo como una persona de valor e importancia, tal vez necesite ayuda o redefinir la percepción que tiene de sí mismo.
Acuda a los especialistas hoy en día existen una gran cantidad de lecturas, talleres, cursos que nos permiten un proceso de acompañamiento para cambiar.
La vida y la existencia siempre son una responsabilidad personal que tenemos que asumir en nuestra más íntima relación con nosotros mismos.
El individuo tiene que vivir en una sociedad que lo conforma y al mismo tiempo él influye para confirmar dicha sociedad.
Sociedad e individuo son una pieza clave en la conformación social e individual. ¿Cuáles son sus creencias? ¿Cuáles son sus circunstancias? Y qué desea hacer con ellas?
Y en tanto no vivimos en soledad, también nos afectan grandemente las situaciones que suceden a nuestro alrededor y en este momento que escribo me entero de la noticia por la muerte del secretario de Gobernación, BlaKe Mora, y otros funcionarios del gobierno federal y me ha conmovido como individuo profundamente la noticia.
Mi más sentido pésame a todas las familias afectadas y comprendo la vivencia del presidente de la República en su interior ante la pérdida de su colaborador y amigo.
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional y su impacto en lo social.
cecreto52@gmail.com

martes, 1 de noviembre de 2011

El día de los muertos en México

Ana Giorgana
Periodismo de calidad...
El Día de los Muertos en México es una gran tradición llena de colorido y esplendor. Las casas y los panteones se visten de colores, de comida y de flores amarillas y moradas. Algunas familias ponen sus altares en sus casas y una gran cantidad de personas las visitas.
Dependiendo de la zona del país existen algunas variaciones sobre la tradición pero en esencia el significado es el mismo. Dar reconocimiento a los muertos que algún día estuvieron en nuestra vida y de esta forma se les hace presente en nuestras vidas con una gran fiesta de color, de comida. Para celebrar su llegada las familias mexicanas elaboran el tradicional mole mexicano, el dulce de camote y el tradicional pan de muerto.
Este pan tiene una particularidad, es decir, es decorado con formas de hueso que semejan las de los muertos y los mexicanos los comemos con singular alegría. La tradición del día de muertos es muy antigua, y hoy en día, es un mezcla entre el sincretismo de la fusión de la cultura española con las tradiciones indígenas, además que se entremezcla en los niños principalmente, con una mezcla de la invasión estadounidense, en el que se celebra el día de muertos con la pedida de Halloween. 
Así hoy, por hoy, los niños visten con personajes de sus películas favoritas y comen calaveras de azúcar.

Por supuesto, que mucho se ha dicho que debemos

sábado, 29 de octubre de 2011

Sociedad y Educación...


Ana Giorgana
calidad de vida emocional...
La educación es en cierto sentido una de las preocupaciones más apremiantes de los padres de familia. La gran mayoría de ellos trabaja e intenta que sus hijos tengan una educación de calidad. Aquellos que pueden hacer un esfuerzo y pagar escuelas privadas para que esta forma de enseñanza recaiga en sus hijos y estos tengan mejores oportunidades de desarrollo.
Las escuelas públicas y privadas cada día llenan más sus matrículas de jóvenes que desean estudiar. Algunos de ellos, no tanto, sino que no se plantean realmente lo que desean en sus vidas e ingresar a una universidad para obtener un grado profesional, es lo que sigue como meta en la vida, para después, incorporarse al mercado laboral.
Existe un desequilibrio entre la oferta educativa y la demanda laboral.
Las escuelas plantean una gran ilusión: miles y miles de jóvenes de todo el mundo se encuentran en las aulas preparándose para un “mejor futuro”.
Una falacia que es insostenible. Las fuentes de trabajo cada vez requieren de una mayor especialización o bien de labores que las personas con una profesión no desean realizar. Se han preparado para ser profesionistas y sin embargo su preparación dista mucho de ser de calidad y de esmero.
No todas las comunidades educativas y por supuesto tampoco todos los jóvenes cuentan con una educación escolarizada deficiente, pero en su gran mayoría, muchos de ellos que se jactan de ser profesionistas no cuentan con los elementos mínimos de estructura en lo que se supone realiza un profesional. Para empezar cuentan con errores ortográficos importantes que da como consecuencia una pobre estructuración de lenguaje, de redacción y de hablar, por lo menos de una manera abstracta y dinámica en lo que se refiere a su quehacer.
Este solo hecho nos pone de manifiesto como esos “profesionistas” han recibido una educación mediocre y muy por debajo de lo aceptable. La gran mayoría del profesorado de educación superior con los que he tenido contacto se quejan de que los alumnos no quieren leer. Les da flojera hacer ensayos, claro si los saben hacer. No se esfuerzan más por aprender y contar con una formación profesional de calidad.
Los jóvenes en las aulas muestran su descontento cuando un maestro les pone malas notas o bien observa que no existe un análisis ni un aprendizaje de los temas. Copian y pegan de autores desconocidos, no los citan y además se molestan cuando se les hacen las correcciones pertinentes.
Por otra parte el maestro, el educador se siente desmotivado de entrar en contacto con alumnos flojos y perezosos que no tienen ningún interés en su aprendizaje. Al final el docente ya lo sabe, ya estudió, ya lo aplica y se supone que es un experto y por tal motivo lo enseña.
El tema de la educación y las aulas universitarias a las que me estoy refiriendo es un problema complejo. No se trata de los alumnos o de los maestros sino de un sistema en el que intervienen diversos factores como son: económico, político, de contenidos, sociales, de disciplina, del amor al conocimiento, de tener una educación integral con visión humanista y no solo informativa.
Desde mi punto de vista aquella educación de la que estamos siendo partícipes también se ha convertido en un gran negocio para diversas comunidades educativas. Sabemos que no existe la demanda del empleo y sin embargo seguimos formando profesionistas en los diversos ramos de la ciencia, la tecnología, las profesiones blancas, liberales, etcétera.
La demanda y la oferta educativa es muy amplia pero la educación que se otorga dista mucho de ser integral, de calidad y formativa.
La educación es mucho más que aprender, es mucho más que enseñar. No solo basta con que se adquieran conocimientos y un título universitario. La escuela o la educación tienen una función social importante. En ella desde pequeños aprendemos a socializar, a compartir, relacionarnos con los otros. También aprendemos la tolerancia, las diversas formas de vida de nuestros compañeros, sus núcleos familiares, la inclusión y el respeto.
Además de que nos forma en aquellos aspectos de la inteligencia emocional y racional. Aprendemos operaciones, abstracciones, opiniones, críticas, juicios y también a elaborar cadenas de razonamientos y a generar conocimiento.
Parece que la educación su valor y función distan mucho de llevar a cabo su objetivo en la vida social. Sin embargo, no es la educación sino aquellos que están a cargo de dichas instituciones, de la sociedad en su conjunto.
La educación como todas las situaciones sociales de importancia se muestran mediocres, sin sentido.
Desde mi punto de vista se requiere una educación basada en lo humano, en lo integral y sobre todo en la calidad, en una realidad de hacia dónde queremos que nuestros jóvenes y niños apunten para el mañana.
Niños y jóvenes son nuestro capital más preciado en todos los sentidos: ¿por qué entonces no invertir en ellos desde una postura más ética y
responsable?
Pero todos tenemos que participar, tenemos que comprometernos y estar atentos a qué tipo de educación están recibiendo nuestros hijos. Quiénes son las personas que los modelan el resto del tiempo que no se encuentran en casa. Cuáles son esas exigencias, disciplina y qué es lo que deseamos que aprendan y experimenten en sus aulas.
El gran reto del siglo XXI es una educación de calidad para construir el tipo de sociedades que necesitamos con individuos integrales en todos los aspectos de su vida.
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional y su impacto en lo social.
cecreto52@gmail.com